domingo, 28 de agosto de 2016

Tarabini: "Se que estaré en Tokio 2020"

Hace ya más de diez años (corrían los días fríos de junio de 1995) que un entrenador de fútbol infantil de Quilmes convenció a la mejor gimnasta actual de Argentina que se sumerja en ese deporte. “Mi hermano jugaba a la pelota y cuando lo iba a ver a él aprovechaba para colgarme en todos los árboles. Ahí fue que el técnico le dijo a mi vieja que me lleve al club Quilmes, donde empezó todo con tan solo tres años.”

"Compartir tiempo con mi familia siempre me hizo bien"

Ayelen Tarabini recuperándose de una rotura de tendón de Aquiles que le impidió ir a los Juegos Olímpicos de Río no se olvida sus principios y con una sonrisa tímida comenta: “Yo empecé a hacer gimnasia como un juego que siempre disfrute y eso es todavía lo que me atrapa: divertirme”.  Es por este motivo que quiere que el cuerpo sea fuerte y no apurarlo para competir, dado que muchas veces fue ella la que le pidió tiempo al cuerpo: “El recuerdo más feliz fue la medalla de oro en Eslovenia en 2014 porque a fines del 2013 sufro una lesión en el hombro que demandaba seis meses pero en solo cuatro me recuperé y fui campeona... todavía no caigo” dice Ayelen,

"Si les apasiona, háganlo"

“Los juegos de Rio me encantaron ,es la primera vez que vivo unos Olímpicos tan de cerca dado que pude recorrer la villa olímpica, encontrarme con amigos, ir a ver otros deportes... es una experiencia inolvidable. No me quiero imaginar como se vive de adentro”. Y para eso no falta mucho porque tiene la vista mirando al horizonte y la cabeza enfocada: TOKIO 2020

"Las lesiones son parte del aprendizaje y hay que procesarlo para entenderlo de la manera correcta"

Divirtiéndose como ella explica consiguió hacer historia tres veces dentro de la gimnasia artística argentina y sabe que a veces “es necesario tener paciencia, agachar la cabeza y esperar” para después “demostrar quien sos y lo que tenes para dar”. Es por eso que afirma: “Me cambiaron el nombre y el año tres veces pero definitivamente ya se donde voy a estar, en Tokio porque la tercera es la vencida y estoy más fuerte”

"Estoy convencida de que voy a estar en Tokio"

¿Se puede estar más fuerte habiendo sufrido en 23 años tantas lesiones? Si y por diferentes motivos. La admiradora de Velena Isinbaeva cree que hay una razón fundamental:

“Cada vez que me lesioné tuve que rehabilitarme y nunca pude tomarme vacaciones. En ese tiempo en vez de llorar y preguntarme porque no me tocaba, me acordaba de donde venía y visitando a la familia y compartiendo momentos con ellos me hice lo que soy hoy”

Dice que no tiene una frase de cabecera pero me voy a tomar el atrevimiento de recomendarle una de Nadia Comaneci:



"No huyo de un reto porque tenga miedo. Al contrario, corro hacia el reto porque la única forma de escapar al miedo es arrollarlo con tus pies" 






martes, 23 de agosto de 2016

Una carta respondida 30 años después, de un héroe.

¿Quién nunca escribió una carta? ¿Acaso no puede una carta ser una historia? Una jóven cordobesa de quince años escribió una carta el 28 de Abril de 1982 en una cartelera de la escuela a un soldado de Malvinas que fue respondida hace unas horas.



Hoy Graciela Vassarotto tiene 49 años pero recuerda precisamente de que se trataban esas lineas y no puede evitar quebrarse por primera vez: “Había poca información y siempre ganábamos, entonces lo compartíamos en la escuela Huinca Renanco. Me quedaba hasta tarde escribiendo cartas porque 


"Estaba convencida que una palabra en el momento justo te puede salvar y hoy, treinta años después sigo pensando que tiene un poder inmenso para el alma” 

Sonríe de nervios al tocar una vez más su carta y ver su letra de cuando aún era una niña y la docencia solo era un sueño. “Mi letra de los 15 y lo que le decía en ese momento...34 años me separan de ese momento, pero aun sigo creyendo y estoy convencida de cada palabra que le escribí.

Escribir cartas a soldados anónimos era algo muy común entre los argentinos de ese tiempo, que intentaban mediante afecto lograr ayudar en una guerra sin sentido y despiadada. Pero esta historia es aún más emocionante dado que la carta fue recibida por Ernesto Ismael Urbina, el enfermero de la patrulla del mayor Pedro Giachino, el primer caído en combate.


Fue participe del plan Rosario, vivió con la muerte de cerca y llegó muy herido al hospital de Punta Alta, donde la revista Gente lo entrevistó y dio el puntapié inicial para que Graciela lo conozca ya que la carta llegó al hospital cuando él aún estaba internado. “Leer las cartas que llegaban me emocionaban mucho y me llenaban de alegría y fuerzas para seguir adelante y hoy poder contarte en estos pocos renglones algo de lo vivido en aquellos días” comenta con algunas arrugas y ya retirado de las fuerzas desde 1985 Ernesto.

“¿Que fue lo que mas me impacto? Que alguien tan importante, porque tanto el como todos los ex combatientes lo son, me dedique un tiempo
y me responda porque el considera que todas las palabras necesitan una respuesta” dice Graciela emocionada.

Y asi fue, el enfermero confesó que respondió varias cartas en 1982 pero había una que no tenía su típico tilde en el sobre, el cual señalaba que había devuelto unas palabras: la escrita por Graciela hace más de treinta años. “Entonces busque en el Face y encontre a una señora con el mismo nombre,le escribí esperando que fuera ella y gracias a dios era, fué una emoción muy grande.

"Solamente un renglón me hizo tomar la decisión de escribir, en el Graciela me pide que le conteste porque para ella seria muy importante recibir la respuesta. Y asi fué . En el ese año tenía 22 años de edad”

Una carta, una imagen: una historia. La magia de la escritura se hizo presente y no solamente unió a dos personas, sino que también fue la caricia al alma en un momento complicado y con las palabras justas.


Una carta, que decía masomenos así:






miércoles, 3 de agosto de 2016

Poni, el diseñador de todo un barrio

 ¿Quién nunca caminó perdido en un barrio desconocido y buscó algún medio de transporte para volver a su hogar y no lo encontró? ¿Quién no sabe reconocer las paradas de colectivo en su propio barrio? 

Estas cosas y más fueron las que se le cruzaron a Diego Crescimbeni un día cuando llegaba del trabajo. “Vi una señora con actitud dudosa... como buscando algo. Cuando ella había llegado casi a la otra esquina vino un 59 y lo quiso frenar levantando su mano pero el bondi pasó de largo porque no era el lugar indicado de la parada. Entonces me acerqué y le dije que la parada era en la otra esquina a lo que ella me respondió: "en la esquina no hay ni un cartel". Ahí fue que se dio cuenta de una realidad: esa señora que iba a encontrarse con su hija y con su nieta en el cine de Norcenter representaba a muchos y entendió que
 
“Ser rechazado por un bondi es una frustración tremenda, es encontrarte con una pared y no con un transporte”.

Desde ese día que tomaba una coca después de trabajar tuvo la idea loca de señalizar las paradas del colectivo 59 de Olivos, por lo que primero tuvo que hacer un relevamiento por la zona y se dio cuenta que en la mayoría de los lugares indicados no había carteles o estaban ilegibles en pésimo estado. “La repercusión fue hermosa, en el barrio mientras pegaba los carteles la gente se acercaba y me tiraban siempre la mejor”.   Hoy, Poni camina por las calles de siempre pero de otra manera dado que su arte alumbra las calles y ayuda a que se realicen historias:

 “Ir en el bondi, caminando o en bici y ver mis carteles pegados me dan mucha emoción. Me encanta haberlos hecho y como quedan. Pero mas me gusta cuando veo a algún peatón opinar de los carteles o simplemente que se queden mirándolos. Una muy linda sensación” 


Pero no quedó en “la movida del 59” dado que reconoció que realmente era un problema en general y no solo de dicha línea y entonces realizó seis diseños más de distintas empresas para pegar por el barrio y toda zona oeste. No conforme con esto y siempre viendo para adelante no planea parar: “Ayer tuve otra situación similar pero en el tren, asi que el nuevo proyecto se verá desde los rieles” comenta entre risas.

Por esta acción que realizó en el barrio, recibió un llamado de una señora miembro de la Asociación Vecinal de la tercera edad de Vicente Lopez: “Me pidió hacer bancos en los refugios de los colectivos para que las señoras de su edad esperen cómodas el bondi y no sufran al estar paradas.”

No sabe hacer bancos, pero tiene una idea firme en la cabeza, una que escuchó de su sobrino @pancheu:

"Si tenés alguna idea hacela, rompete el culo pero hacela. Porque sino la hacés deja de ser una idea pues muere dentro tuyo." 



(Diego y su sobrino)