sábado, 28 de noviembre de 2015

Vulebard: música con amigos.



Hay muchas maneras y formas en la vida para encontrar los modos correctos según los cuales las personas adquieren la felicidad. No hay solo una, sino que también pueden complementarse, como en el caso de la banda Vulebard, donde la música y la amistad van de la mano hacia la felicidad más completa.
Comenzaron hace ya cinco años atrás, cuando aun transcurría la secundaria en el Sagrado Corazón de Jesús de Quilmes. Sebastián, Tomas y Guido, amigos desde antes de tener razón, encontraron en la música un fundamento para ser, donde luego encontraron a Hernan, el actual baterista de la banda.

“La idea de la banda surgió en la secundaria gracias al impulso de un profesor de música, Juan Jose Monteleone, quien prácticamente inició el desarrollo de nuestros oídos y estamos muy agradecidos por ello”

No lo dudan y son tajantes en definir que “tener una banda de música es un sueño que deja sus frutos” y a la vez admiten al caminar el camino se van dando cuenta de todo lo que vivieron, lo cual no solo los inunda de felicidad, sino que también los enseña a encontrarse más consigo mismos dado que “al subir al escenario cada uno de nosotros está haciendo lo que más ama y por eso realmente nos conectamos”
Fue hace mucho tiempo, cuando el presente no se atrevía ni a soñarse cuando compusieron su primer tema al que llamaron “Viaje sin fin” y el cual suena cada vez más a medida que pasan los shows.


“Fue muy gratificante hacer nuestro primer tema porque comenzó solo como un riff de guitarra y más tarde llegó a ser lo que es hoy, es uno de los que la gente más disfruta y aplaude cuando nos vienen a ver”

Esta banda de rock impulsada por bandas como Led Zeppelin, Black Sabbath, The Who, Deep Purple, que también se nutre de  Spinetta, Charly y otros grandes artistas del ámbito nacional recién está haciendo sus primeros pasos, pero no tiene miedo a caminar.

“La música nos enseño más que nada a que si queres algo tenes que perseguirlo y no rendirte nunca”

¿Hay mejor manera en la vida de luchar que junto a las personas que uno quiere? No y estos jóvenes lo saben y es por eso que agradecen a todos los que hicieron posible que este sueño sea real. Amigos, familiares y demás, no solo apoyan a la banda, sino que también llevan los equipos, divulgan las fechas de los próximos conciertos y hacen todo lo posible para que esto siga creciendo.

Tuvieron que saltar varios obstáculos, admiten haber aprendido mas de las caídas que de los saltas pero tienen una cosa clara. La música es sinónimo de libertad, al igual que la amistad y si estas se combinan, nada puede salir mal.



lunes, 23 de noviembre de 2015

La música le enseñó todo a Diego



Diego Mastrostefano nació el 12 de febrero de 1968 en el barrio de Palermo y desde muy pequeño adquirió amor por el arte y la música. Con la corta edad de diez años incursionó en las clases particulares con el famoso Roel (artista y compositor de la banda estable del teatro Colon) y desde allí supo que la música seria su futuro.
Yo nací artista, pero para serlo tenes que hacer las cosas con mucha convicción y saber que será difícil, pero no imposible 
Formado en una familia típica del siglo actual, también tropezó y se lamento mucho con el pasar del tiempo. Llantos, lágrimas y dolores cotidianos parecían evitar que ese chico fuera feliz cuando solo tenía 14 años, pero allí recordó su lugar en el mundo."Me unió a la música ayudar a la gente y ayudarme a mí, desde muy chico aprendí que gracias a esta se puede curar el dolor del día a día y amanecer siendo feliz" recuerda hoy, ya con arrugas en su rostro.
Con esa certificación en su cabeza y sin miedo a fallar, comenzó con 17 años en el Conservatorio Municipal Manuel de Falla donde junto con su profesor Victor Villadangos comenzó a formarse como el artista que es hoy en día. “De él aprendí casi todo, sobre todo las ganas de continuar y encontrarme en el camino de la música, el cual no es para todos igual”. Casi quince años después se recibió de profesor de música y formo parte del staff de Warner Chapell, componiendo canciones para artistas de primer nivel mundial y conociendo gran parte del mundo y sus culturas.
He tenido la oportunidad de viajar por todo Europa (4 giras) y todo América, donde visite todos los países durante 4 años y también conocí parte de Asia (Tokio) uniendo culturas. Lo más valioso de esto no fue el viajar, el recorrer ni el conocer, sino el de ser parte y colaborar con todos, eso para mí es la esencia de la música
Uno de esos viajes, uno de esos tantos paraísos no fue igual que otro y quedo marcado a fuego en el corazón de Diego, quien hoy admite con una sonrisa completa: “El viaje a Brasil me cambio la vida”. ¿Por qué un viaje puede cambiar tanto a una persona? Muchas veces se dice que estando solo se aprende a encontrarse a uno mismo y eso fue lo que le sucedió a este artista hace mas de diez años, cuando al encontrar la bossa nova, encontró lo que siempre quiso ser como artista.


La Bossa Nova es un género musical que me eligió o tal vez que yo elegí. Lo lindo de esta música es que se centra mucho en la cultura, en la vida y en la experiencia de un pueblo, es imposible enamorarte de esta sin conocer cómo vive la gente de Brasil
Actualmente se considera una persona llena de vida y de felicidad, gracias a la música. Intenta ayudar a la gente con sus letras y también sueña con que en el futuro haya mas artistas que policías y mas letras que armas en el mundo.
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miércoles, 4 de noviembre de 2015

Eric Gull, el crack del handball argentino



Eric Gull, uno de los mejores jugadores argentinos de handball de toda la historia, recuerda con una mueca de alegría en su pulido rostro, lo que transcurrió durante la niñez y sus comienzos en el balónmano: 
Empecé cuando era muy chico en el Alemán de Quilmes, Cacho Rothmund fue mi primer profesor, yo no entendía nada, rotaba en todas las posiciones, lo único que hacía era seguir a mi hermano(Christian)
Aunque admite que muchas veces pecaba de inocente por su corta edad. En ese momento “descubrí lo que realmente me gustaba” que sin lugar a dudas era el handball.
Además de un jugador excelente de handball, es un viajante experimentado. Estuvo en más de cinco países a lo largo de su exitosa carrera deportiva y afirma que en distintas naciones tuvo dificultades para relacionarse, pero donde más le costó fue en Suecia y Rusia porque la gente era muy cerrada y era difícil hacer amistades. 
“No me costó el tema del idioma, me arreglé bastante bien con eso, a lo largo de mi vida aprendí francés, inglés, portugués y se algo de sueco y ruso, no soy un crack, pero me las arreglaba bien”.
“Las condiciones en Argentina y el resto del mundo son muy distintas, en España por ejemplo hay leyes y municipios que le dan sponsors a los clubes, acá los sponsor generalmente somos nosotros mismos y aportamos para comprar pelotas o contratar técnicos” comentó Gull que debutó en 1997 en la selección argentina. Además recalcó lo principal que le falta al handball nacional para empezar a ser profesional: No tenemos el apoyo del Estado, sin una liga nacional competitiva va a ser muy difícil que el handball sea profesional en la Argentina” y agregó: Hay muchos jugadores, tanto en Buenos Aires como en el resto del país, se practica muchísimo en los colegios, lo que hay que hacer es dar un salto de calidad en el nivel de enseñanza para que los chicos sigan mejorando”.
Al preguntarle sobre los logros más relevantes en su carrera no lo dudó y sentenció “Lo más importante lo conseguí con la selección: El Panamericano de 2012 en Buenos Aires y el Mundial de 2003 donde le ganamos por primera vez a un europeo“. También aceptó que le quedó la sangre en el ojo por no poder conseguir algo más en la época del 2003 en Santo Domingo y perder en el alargue con Brasil por un tanto ya que era la coronación de ese grupo para llegar a los Juegos Olímpicos. “¿Sacando a la selección? A nivel deportivo creo que lo más lindo fue la Copa Rey con el Valladolid(2005-2006) y la Liga con el Ciudad Real(2009-2010), estuvimos cerca de ganar la Champions pero no la gané, me quedó un sabor agridulce” puntualizó Gull.
El jugador, que se caracterizaba por su potente lanzamiento de brazo izquierdo, acepta que la sangre del handball en su familia llegó gracias a su padre (Federico)y recuerda las muchas propuestas que tuvo de jugar en la selección de Suiza: 
Había una oferta económica muy fuerte, le tengo respeto al país de mis abuelos, pero de Suiza solamente tengo el pasaporte, yo soy de acá, soy hincha de Argentina, es muy complicado cambiar los sentimientos de uno y nunca podría jugar en otra selección
“El Flaco” como él mismo se apoda, conoce la selección argentina como pocos, participó con Argentina en cinco mundiales (Japón 1997, Egipto 1999, Francia 2001, Portugal 2003 y Túnez 2005) y afirma: 
El handball argentino está en el mejor momento de su historia, son chicos de edad pero todos son muy maduros, ojalá se demuestre en el mundial, tienen que repetir lo del 2011, no tienen que aflojar, es una camada extraordinaria, lo que fue la clasificación a los Juegos Olímpicos fue la coronación de este gran grupo
Emocionado, Gull también destacó a dos jugadores argentinos que están jugando en un gran nivel. Uno de ellos es Diego Simonet, que actualmente juega en el Montpellier Agglomération Francés al que le dedicó: Siempre mejora, siempre da más, nunca se estanca y cada año es mejor”También habló de una jugadora de su club(Alemán de Quilmes) Elke Krasten, a la que definió como una jugadora valiente, ya que nunca afloja y siempre que tiene que tirar al arco lo hace de buena manera y agregó “Tiene solamente 18 años, tiene una madurez increíble, le sobran condiciones para jugar, faltan mejorar detalles, pero no podemos pedirle todo, ya es demasiado”.
El jugador que supo vestir la camiseta del mejor equipo del mundo, el Barcelona de España en 2007, comentó que no extraña jugar al deporte que practicó toda la vida, pero afirma que “si estaría bien físicamente seguramente lo extrañaría. Cada vez que juego un rato para divertirme, me duele todo por las lesiones, ahora veo la cancha y no me llama para volver”En un pasado había mencionado que una vez que termine de practicar el deporte no sería entrenador, pero la pasión de su club de toda la vida pudo más y actualmente, Eric Gull dirige dos grupos de chicos (cadetes y juveniles)“Había que dar una mano, había un equipo al que había que entrenar, lo hablé con mi familia y me apoyó desde un principio, ahora estoy disfrutando y aprendiendo incluso más que los chicos(entre risas)” y agregó que los jóvenes tienen que mejorar muchas cosas, entre ellas: el pase y la recepción, pero que lo fundamental es ser buenos compañeros ya que lo único que van a quedar para siempre son los amigos, si sos bueno en el handball y mala persona en la vida nadie se va a acordar de vos” Es por eso que muchas señoras grandes, adultos, adolescentes y niños se acercan todo el tiempo durante la entrevista a saludar al ídolo de Quilmes.
Gull se proclamó campeón con la camiseta de la selección nacional en los Panamericanos del 2000, 2002 y 2004 y afirmó que nunca jugaría para otra selección que no fuera Argentina, pero también mencionó:"¿Dirigir a la selección? Ni lo sueño, no me lo pongo como objetivo, ahora no me llama la atención realmente, estoy muy contento con lo que estoy haciendo en mi club”.
De más de dos metros de altura y de 40 años de edad, Gull dice no ser ejemplo de nadie en el deporte, pero en el club todos los que pasan lo saludan, lo admiran, sonríen al verlo y los jugadores más jóvenes sueñan con parecerse al ídolo en algún momento. 
Me sorprende toda la gente que me conoce, pensaba estar más tranquilo, cuando llegué toda la gente me felicitaba por mis logros. Con el tiempo la gente se acuerda más de los nuevos y menos de mí, eso también está bueno
Hoy, con millones de goles en su haber, muchos títulos obtenidos, muchos países recorridos gracias al handball, no para de mencionar lo importante que fue este deporte en su vida: “No tengo idea como podría ser mi vida sin el handball, no podría imaginarlo, no sé si tendría una esposa hermosa, ni dos hijos maravillosos, ni los amigos que tengo, mira… mejor, prefiero no pensarlo” finalizó.
Ambos jugadores a los cuales Eric mencionó en la nota se sintieron orgullosos de que el ídolo les tenga reconocimiento y por un lado, Diego Simonet, que está transitando un presente excepcional en Francia puntualizó: “Para mi Eric fue uno de los mejores jugadores del mundo, es un ejemplo para mí. Que te diga eso es maravilloso, ha jugado en los mejores equipos del mundo y sabe muchísimo de handball. Estoy muy bien, muy contento, jugando muchísimo al lado de grandes jugadores donde se aprende mucho. Nuestro objetivo es ser campeones en los panamericanos y poder repetir lo del 2011 en Suecia”.
Eric fue el mejor jugador de la historia del handball argentino, Diego Simonet es uno de los jugadores con mejor juego en la actualidad y Elke Karsten tiene en sus manos el futuro del handball nacional. La jugadora de Quilmes expresa: “Es un orgullo que Eric hable bien de mí, es uno de mis referentes en el handball y además de ser excelente en el deporte, también es muy buena persona, lo aprecio mucho”.