jueves, 17 de noviembre de 2016

Las Renatas: donde los animales discapacitados vuelven a nacer.

Refugio Las Renatas

Uno de los primeros recuerdos que tiene en su vida es con sus actuales amigos. Pasaron muchos frente a sus ojos y con todos tuvo un cariño especial. Hoy rodeada por más de treinta animales, Giselle esta convencida: “Quiero darles otra oportunidad, merecen vivir felices”.

Todo comenzó como un sueño independiente, sin apoyo de su familia y como un voluntariado: “Tenía una duda que no me dejaba de dar vueltas en la cabeza ¿Qué pasa con los animales discapacitados? Me propuse ayudar a distintos refugio siendo hogar de tránsito pero no tuve respuesta”. Convencida y con la frente en alto no lo pensó dos veces y se puso su propio Refugio, llamado “Las Renatas” donde intenta cambiarle la vida a animales discapacitados. 
Renata quiere decir “el vuelto a nacer”, “el nacido por segunda vez” y eso es lo que plantea la organización desde hace más de tres años: otra oportunidad de vida. En Las Renatas, al llegar un animal “especial”, lo llevan al veterinario, hacen interconsultas con especialistas, tratamientos, y todo lo que sea necesario, y una vez que logran recuperarlo le buscan una familia, la cual no es nada fácil de encontrar.


Ese es un tema que preocupa y mucho a Giselle dado que no hay un gran número de adopciones por diferentes motivos: “Veo muchos con cachorros nuevos pero no muchos quieren animales discapacitados dado que lo sienten como una carga para el resto de su vida... lo que no saben es que el lazo y el amor que les brindará será infinito”

Gissele estudió publicidad y dibujo y se denomina fuerte para “bancar el día a día con las enfermedades” pero no puede (ni podrá) tolerar una muerte sin lágrimas. Aunque pasaron más de 300 animales por el refugio hay algunos casos que no puede borrar de su memoria y al recordarlos vuelve a romper en llanto:

“Tuve dos casos muy graves: el caso de una gatita llamada Carlota que tenía un golpe en la columna y defecaba todo el tiempo. La materia fecal comenzó a salir por otro orificio y antes de ser operada falleció. Tenía un pronóstico de vida de tres meses y duró mas de un año con nosotros. El otro caso es de Una cachorrita que le puse Reina Pisculichi llegó con un golpe en la cabeza: tenía hundimiento de cráneo y perdida de visión. La veías y notabas el problema neurológico”

Por ese motivo también hizo un curso de enfermería veterinaria para poder ella misma hacer las curaciones de los animales cuanto antes. Cree que aprendió mucho de la vida desde que siente este amor tan puro. 




Todos los días sirven para mejorar y replantearse nuevas formas de evolucionar. Esto lo demuestra toda la familia, no solo Giselle dado que todos aportan su grano de arena para las diferentes especies (perros, gatos, aves y conejos) pero también se necesita colaboración de la gente.

“Aceptamos todo tipo de ayuda: desde venir a hacer voluntariados en el Refugio, donaciones o lo que sea. Todos juntos somos más y así podríamos ayudar a más animales que realmente lo necesitan”

Podes donar entrando acá!
O comunicarte mediante su facebook o su twitter

Para finalizar sonríe y dice con la frente más alta que al principio de la conversación:

“No soy muy expresiva, me cuesta demasiado dar abrazos pero con mis hijos, los animales y mi marido soy otra persona”


 

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