viernes, 14 de octubre de 2016

Nació para los deportes, nadie puede negarlo


Cuando aterrizó en el mundo, 29 años atrás, Esteban Monges era como casi todos los niños del país "un enfermo del fútbol" como él lo denomina. Según se define, siempre fue un apasionado de los deportes y cuando era un niño era ágil y atlético. 

Cuando solamente tenía doce años hizo una travesura de chico: escaparse de su casa con su hermanastro pero desde esa noche nada sería igual. "Mi hermana estaba en el Río y teníamos ganas de ir, así que fuimos a lo de mi tío y como no estaba volvimos a casa. Aparecimos en una de las paradas de la Panamericana y se nos dio por cruzar, ahí tuve el accidente" comenta el joven criado en Munro

Y si ¿Como no iba a cambiar? Esteban sufrió amputación de su pierna izquierda y debía empezar desde cero. Durante una larga rehabilitación tuvo que empezar a moverse en pileta y de ahí su kinesiologa lo mandó a la Universidad de Ortesis y Prótesis

"Me hicieron un cono de enchufe para poder usar la pierna ortopédica y conocí a Silvia, quien me invitó a ver un entrenamiento de básquet en silla de ruedas"


Fue a ver un partido, luego dos y después del tercero ya tenía un nuevo deporte en su vida: "Me encantó, empecé de a poco pero cuando entré al club Adima aprendí todo sobre esta disciplina y comencé a jugar" afirma. Como además de vivo para los deportes siempre fue soñador, intentó en otro deporte totalmente distinto: el handball.

"Hicimos una exhibición en la Universidad de La Matanza y luego conocí al entrenador de la Selección Argentina de Handall en Silla de Ruedas (Fernando Mirovich) y a partir de ahí practiqué las dos al mismo tiempo. Me gustan las dos por igual, pero creo que en el handball soy un poco mejor"
Estuvo mucho tiempo en pareja con Marina, con quien tuvo cuatro hijos que viven en Buenos Aires (Nahir, Yasmin, Pablo y Joel). "Los quiero mucho y los tengo lejos, pero igualmente siempre que tengo tiempo saco pasaje y me voy a verlos, ellos me dicen que me extrañan y yo no dudo en ir" cuenta con una sonrisa en el rostro.

Si a ese chico le encantaban los deportes, a este joven de 29 años lo vuelven loco... estuvo en la preselección de la sub-22 de básquet, entrenó muchas veces con la selección de fútbol y desde 2011 es jugador de la Selección Argentina de Handball Sobre Sillas de Ruedas

Fue precisamente en el handball donde más éxitos tuvo con el país. "En el 2011 en Sao Pablo viajamos gracias a los técnicos y salimos subcampeones del mundo" dice una y otra vez. Pero sabe que lo más lindo de todo que fue otro logro: 


"Lo que pasó en el 2014 fue hermoso, salimos campeones en la modalidad 4 contra 4 y jugando de local".


Ya jugaba en la selección de handball y se le dio la posibilidad de ir a jugar a Newells a los 25 años pero al básquet, no lo dudó y se fue a vivir a Rosario, donde no solo siguió desarrollando sus actividades deportivas sino que también conoció a Susana, su actual pareja y madre de Bianca, su quinta hija. 


"La conocí en el Club, ella también juega al básquet y está en la Selección femenina de básquet adaptado. Jugabamos juntos y nos enamoramos" 
Y así el chico que mucho tiempo se pasó llorando y diciendo ¿Por que a mi? después de su accidente comprendió que la vida lo enfrentó con una grave lesión pero que gracias a su fuerza de voluntad y la de su familia y amigos pudo cumplir el sueño de ser deportista.

Había nacido para los deportes.
Y nada podía evitar que eso pasara.





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