miércoles, 9 de noviembre de 2016

Luciano Capra vive por y para el pádel



Como todo chico el primer ejemplo a seguir de Luciano  fue su padre y pudo cumplir –en cierto punto- gracias a él sus sueños. “Lo veía jugar y pensaba que quería hacerlo como él y me metió en una escuelita en el Club Irigoyen con Marcelo Lupo. Fueron los mejores momentos que me dio el deporte, ahí conocí a la mayoría de mis amigos” afirma Lucho Capra, uno de los mejores jugadores de pádel argentinos de la actualidad.

Con catorce años tuvo la suerte de representar a Argentina en el mundial y cree que “vivir esa experiencia desde tan chico hizo que me decidiera a dedicarme a esto”. Hoy reside en Valladolid y ocupa el puesto 17 del Word Paddle Tour pero no tiene un lugar dentro de la Selección, aunque sueña en grande: “Todos queremos jugar en nuestro país, pero hoy por hoy hay muchos por encima mío (diez son los compatriotas arriba en ranking a él)  igualmente se que tarde o temprano me llegará” afirma una y otra vez. Y si, llegará.

“Tuve nervios al vestir la camiseta, pero al cantar el himno es todo perfecto”
Cuando cumplió los dieciocho años le dieron la elección: “un auto o un viaje a España” y el quilmeño no dudó. “Las ganas de venir a hacer lo que me gustaba me hizo decidir rápido de manera inconsciente. Pensándolo ahora creo que fui muy valiente en animarme a venir solo a más de 15 mil kilómetros de mis seres queridos pero no me arrepiento... el padel es todo para mi.


En la actualidad el jugador de 1,84 que tiene más de 50 partidos ganados esta pasando su mejor nivel y se da distintos gustos. “Mis ídolos en este deporte son Fernando Belasteguin y Juan Martin Diaz, para mi los dos mejores de la historia del padel y puedo contarle a mis nietos que enfrenté a ellos” comenta con una sonrisa que es imposible describirla con palabras.


“En Argentina se cree que el deporte murió pero en España cada vez hay mas repercusión por el padel, ahora se juega en estadios de 5.000 personas y ya hay giras por distintos países” cuenta el joven que ayer cumplió un nuevo objetivo: ganar en casa, en Argentina y con sus amigos de toda la vida en la tribuna octavos de final del #WPTBsAsMaster


Hoy casado con Micaela cree que a ambos le hizo muy bien la presencia de un ser muy especial: Cira. Esa perrita que mejoró la vida de los dos y les sirve de compañía constante tan lejos de su lugar natal.

"No podría definir lo que es Mica para mi: es mi amiga, mi compañera, el amor de mi vida. Toda palabra quedaría corta para definirla"

El mejor día de su vida deportiva fue el Torneo de Barcelona del 2015 porque se demostró a él mismo todo lo que puede dar:

“Arrancamos siendo la pareja 17 del torneo y llegamos a la final, pensé que nunca podría experimentar algo tan grande en poco tiempo” cuenta entre lagrimas de emoción.

Cuando sos chico elegís las cosas que te hacen feliz, no las cosas que te dejan plata. Hoy, ayer y siempre Luciano hubiera elegido lo mismo: el padel.

Porque es una de las pocas cosas que le roban sonrisas constantes día a día.





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