miércoles, 4 de noviembre de 2015

Eric Gull, el crack del handball argentino



Eric Gull, uno de los mejores jugadores argentinos de handball de toda la historia, recuerda con una mueca de alegría en su pulido rostro, lo que transcurrió durante la niñez y sus comienzos en el balónmano: 
Empecé cuando era muy chico en el Alemán de Quilmes, Cacho Rothmund fue mi primer profesor, yo no entendía nada, rotaba en todas las posiciones, lo único que hacía era seguir a mi hermano(Christian)
Aunque admite que muchas veces pecaba de inocente por su corta edad. En ese momento “descubrí lo que realmente me gustaba” que sin lugar a dudas era el handball.
Además de un jugador excelente de handball, es un viajante experimentado. Estuvo en más de cinco países a lo largo de su exitosa carrera deportiva y afirma que en distintas naciones tuvo dificultades para relacionarse, pero donde más le costó fue en Suecia y Rusia porque la gente era muy cerrada y era difícil hacer amistades. 
“No me costó el tema del idioma, me arreglé bastante bien con eso, a lo largo de mi vida aprendí francés, inglés, portugués y se algo de sueco y ruso, no soy un crack, pero me las arreglaba bien”.
“Las condiciones en Argentina y el resto del mundo son muy distintas, en España por ejemplo hay leyes y municipios que le dan sponsors a los clubes, acá los sponsor generalmente somos nosotros mismos y aportamos para comprar pelotas o contratar técnicos” comentó Gull que debutó en 1997 en la selección argentina. Además recalcó lo principal que le falta al handball nacional para empezar a ser profesional: No tenemos el apoyo del Estado, sin una liga nacional competitiva va a ser muy difícil que el handball sea profesional en la Argentina” y agregó: Hay muchos jugadores, tanto en Buenos Aires como en el resto del país, se practica muchísimo en los colegios, lo que hay que hacer es dar un salto de calidad en el nivel de enseñanza para que los chicos sigan mejorando”.
Al preguntarle sobre los logros más relevantes en su carrera no lo dudó y sentenció “Lo más importante lo conseguí con la selección: El Panamericano de 2012 en Buenos Aires y el Mundial de 2003 donde le ganamos por primera vez a un europeo“. También aceptó que le quedó la sangre en el ojo por no poder conseguir algo más en la época del 2003 en Santo Domingo y perder en el alargue con Brasil por un tanto ya que era la coronación de ese grupo para llegar a los Juegos Olímpicos. “¿Sacando a la selección? A nivel deportivo creo que lo más lindo fue la Copa Rey con el Valladolid(2005-2006) y la Liga con el Ciudad Real(2009-2010), estuvimos cerca de ganar la Champions pero no la gané, me quedó un sabor agridulce” puntualizó Gull.
El jugador, que se caracterizaba por su potente lanzamiento de brazo izquierdo, acepta que la sangre del handball en su familia llegó gracias a su padre (Federico)y recuerda las muchas propuestas que tuvo de jugar en la selección de Suiza: 
Había una oferta económica muy fuerte, le tengo respeto al país de mis abuelos, pero de Suiza solamente tengo el pasaporte, yo soy de acá, soy hincha de Argentina, es muy complicado cambiar los sentimientos de uno y nunca podría jugar en otra selección
“El Flaco” como él mismo se apoda, conoce la selección argentina como pocos, participó con Argentina en cinco mundiales (Japón 1997, Egipto 1999, Francia 2001, Portugal 2003 y Túnez 2005) y afirma: 
El handball argentino está en el mejor momento de su historia, son chicos de edad pero todos son muy maduros, ojalá se demuestre en el mundial, tienen que repetir lo del 2011, no tienen que aflojar, es una camada extraordinaria, lo que fue la clasificación a los Juegos Olímpicos fue la coronación de este gran grupo
Emocionado, Gull también destacó a dos jugadores argentinos que están jugando en un gran nivel. Uno de ellos es Diego Simonet, que actualmente juega en el Montpellier Agglomération Francés al que le dedicó: Siempre mejora, siempre da más, nunca se estanca y cada año es mejor”También habló de una jugadora de su club(Alemán de Quilmes) Elke Krasten, a la que definió como una jugadora valiente, ya que nunca afloja y siempre que tiene que tirar al arco lo hace de buena manera y agregó “Tiene solamente 18 años, tiene una madurez increíble, le sobran condiciones para jugar, faltan mejorar detalles, pero no podemos pedirle todo, ya es demasiado”.
El jugador que supo vestir la camiseta del mejor equipo del mundo, el Barcelona de España en 2007, comentó que no extraña jugar al deporte que practicó toda la vida, pero afirma que “si estaría bien físicamente seguramente lo extrañaría. Cada vez que juego un rato para divertirme, me duele todo por las lesiones, ahora veo la cancha y no me llama para volver”En un pasado había mencionado que una vez que termine de practicar el deporte no sería entrenador, pero la pasión de su club de toda la vida pudo más y actualmente, Eric Gull dirige dos grupos de chicos (cadetes y juveniles)“Había que dar una mano, había un equipo al que había que entrenar, lo hablé con mi familia y me apoyó desde un principio, ahora estoy disfrutando y aprendiendo incluso más que los chicos(entre risas)” y agregó que los jóvenes tienen que mejorar muchas cosas, entre ellas: el pase y la recepción, pero que lo fundamental es ser buenos compañeros ya que lo único que van a quedar para siempre son los amigos, si sos bueno en el handball y mala persona en la vida nadie se va a acordar de vos” Es por eso que muchas señoras grandes, adultos, adolescentes y niños se acercan todo el tiempo durante la entrevista a saludar al ídolo de Quilmes.
Gull se proclamó campeón con la camiseta de la selección nacional en los Panamericanos del 2000, 2002 y 2004 y afirmó que nunca jugaría para otra selección que no fuera Argentina, pero también mencionó:"¿Dirigir a la selección? Ni lo sueño, no me lo pongo como objetivo, ahora no me llama la atención realmente, estoy muy contento con lo que estoy haciendo en mi club”.
De más de dos metros de altura y de 40 años de edad, Gull dice no ser ejemplo de nadie en el deporte, pero en el club todos los que pasan lo saludan, lo admiran, sonríen al verlo y los jugadores más jóvenes sueñan con parecerse al ídolo en algún momento. 
Me sorprende toda la gente que me conoce, pensaba estar más tranquilo, cuando llegué toda la gente me felicitaba por mis logros. Con el tiempo la gente se acuerda más de los nuevos y menos de mí, eso también está bueno
Hoy, con millones de goles en su haber, muchos títulos obtenidos, muchos países recorridos gracias al handball, no para de mencionar lo importante que fue este deporte en su vida: “No tengo idea como podría ser mi vida sin el handball, no podría imaginarlo, no sé si tendría una esposa hermosa, ni dos hijos maravillosos, ni los amigos que tengo, mira… mejor, prefiero no pensarlo” finalizó.
Ambos jugadores a los cuales Eric mencionó en la nota se sintieron orgullosos de que el ídolo les tenga reconocimiento y por un lado, Diego Simonet, que está transitando un presente excepcional en Francia puntualizó: “Para mi Eric fue uno de los mejores jugadores del mundo, es un ejemplo para mí. Que te diga eso es maravilloso, ha jugado en los mejores equipos del mundo y sabe muchísimo de handball. Estoy muy bien, muy contento, jugando muchísimo al lado de grandes jugadores donde se aprende mucho. Nuestro objetivo es ser campeones en los panamericanos y poder repetir lo del 2011 en Suecia”.
Eric fue el mejor jugador de la historia del handball argentino, Diego Simonet es uno de los jugadores con mejor juego en la actualidad y Elke Karsten tiene en sus manos el futuro del handball nacional. La jugadora de Quilmes expresa: “Es un orgullo que Eric hable bien de mí, es uno de mis referentes en el handball y además de ser excelente en el deporte, también es muy buena persona, lo aprecio mucho”.


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